viernes, 4 de octubre de 2013

Cómo decir lo que piensas sin salir perjudicado en tu trabajo


El trabajo es uno de los lugares donde mayor dificultad hay para expresar lo que sentimos y/o pensamos. Es muy importante tener muy claro cuándo, cómo y con quién debemos comunicarnos. Hacer o recibir criticas, pedir cambios o enfrentar un problema, etc. son situaciones en las que es complicado comportarse de una manera asertiva y decir 'no'. 

Olga Castanyer y Estela Ortega, autoras de "Asertividad en el trabajo. Cómo decir lo que siento y defender lo que pienso" de la editorial Conecta te ofrecen las claves para afrontar diversas situaciones laborables y salir airoso de ellas. 

¿Cómo realizar una petición? 

1. Objetivo. Las autoras señalan que hay que tener muy claro que es lo que quieres conseguir con tu demanda. 

2. Momento y lugar. Decide un momento y un lugar apropiado para discutir el problema. Castanyer y Ortega dicen que hay que esperar a que surja la situación "adecuada". Lo mejor es que le digas a la persona implicada que quieres hablar con ella. 

3. Ante la petición. Describir el problema lo más objetiva y detalladamente posible y explica como repercute el comportamiento o actitud de la otra persona en tu trabajo. Aunque, lo más adecuado es no culpar ni atacar a la otra persona ya que solo obtendrás una respuesta defensiva por su parte. Finalmente, señala mediante una o dos frases expresadas de una manera firme y directa cuál es tu objetivo, qué es lo que quieres que la otra persona haga o deje de hacer. Por ejemplo: "Me gustaría que a partir de este momento dejes de hacer comentarios despectivos de mi trabajo (...)" 

4. Lenguaje corporal. Utiliza un lenguaje corporal y gestual asertivo. "Mantén el contacto visual, no te alejes excesivamente de tu interlocutor aunque tampoco invadas su espacio, no muestres inseguridad con tu expresión facial y denota la firmeza de la situación", explican las autoras. 

5. Lenguaje no verbal. Cuando se responde asertivamente es muy importante el tono que utilizamos. Debe ser lo más neutro y aséptico posible sin transmitir enfado o susceptibilidad. Firme y claro, sin titubeos, muletillas, vacilaciones o repeticiones. "Hablar demasiado alto hace que la otra persona se sienta agredida; hablar bajo, muestra inseguridad; y hablar rápido, resta importancia a tu mensaje". 

6. Elementos verbales. No te extiendas excesivamente en un monologo para que el receptor no desconecte, ni permitas que te interrumpa. Tampoco debes justificarte en exceso ya que resta credibilidad y firmeza a tu mensaje. 

7. Busca el lado positivo. Maximiza la posibilidad de obtener un cambio en el comportamiento del otro, aludiendo a las ventajas que dicho cambio revertirá en ambos. 

¿Cómo reaccionar ante las críticas? 

1. Diferencia entre lo objetivo y lo subjetivo. Es necesario saber interpretar correctamente una situación en la que le parezca que está siendo criticado. En este sentido, las autoras destacan que hay que saber evaluar cuándo una crítica está siendo malintencionada o cuando es constructiva. 

2. No es personal. No te critican a ti, critican lo que les molesta de tu conducta. En este punto, Castanyer y Ortega recomiendan realizar un trabajo de observación de la persona que hace la crítica y porque la hace (puede ser que quiera destacar a costa tuya, se haya acostumbrado a descargar su mal humor de esa manera, etc.) 

3. Reconoce el fallo. Si llegas a la conclusión de que la crítica es justificada, lo más adecuado el reconocerlo y dar una explicación del hecho. 

4. Involucra al critico en la búsqueda de soluciones. Hazle preguntas tipo: "¿Que piensas que debo hacer la próxima vez", "¿Que hubieses hecho tu en mi caso?". 

5. Evita que las críticas se expandan. Habla con la otra persona para evitar que las criticas se vuelvan algo normalizado y no permitas que generalicen sus criticas a otras situaciones o facetas de la personalidad o el trabajo.

Fuente: Globovision

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